lunes, 1 de septiembre de 2014

"¿Es la fiesta también una forma de la apariencia o es ella su umbral de negación?"
Juan Fernando Pérez H.


A través del postulado de Nietzsche, llegar a la “fiesta”, al encuentro con lo Dionisiaco sería desprenderse, como quien se quita un abrigo en la entrada, de la apariencia, de la construcción de yo-individuo y pasar a amalgamarse con el nosotros-colectividad.  Se podría decir que es un encuentro con la “verdad” ya que se es un todo con el Uno siendo participe de una dinámica de retroalimentación donde todos los puntos se interconectan en un solo latir, claro que, asociado con el termino fiesta, debería ser más como una taquicardia que uno simple latir. (Este postulado sería válido, si se piensa que se es primero Apolíneo y luego se entra en lo Dionisiaco). 

En este caso, la fiesta si es un umbral de privación ya en ella se rechaza una apariencia (la individual), pero para entrar a formar parte de otra apariencia (la colectiva) que no es la negación total de la apariencia, ya que este cuerpo que se erige no deja de ser un “individuo” frente a otros “individuos” (ya sea individuo-subjetivo o individuo-colectivo). 

La fiesta, es entonces, una totalidad para aquellos que se han sumergido de lleno en ella (falsa verdad), pero una apariencia más para aquel sujeto yo-colectividad que se encuentra en la dualidad rectitud-desbordada de la creación, que ha equilibrado sus fuerzas Apolíneas y Dionisiacas y que se deleita tanto de sus imágenes oníricas (individuales) y sus imágenes “reales” de la vigilia. 

El estado de embriaguez, y me atrevo a afirmar que incluso el estado de dualidad, serían peldaños de una escalera, una cuyo fin no es muy visible, y a la que denominaremos “camino a la verdad”. Escalinata en la que cada nuevo peldaño es un paso más cerca, una nueva apariencia que es a su vez un nuevo umbral de negación de la anterior y por tanto se le adjudica un valor parcial de negación, no total.

El individuo que recorre esta escalera no llega a conocer la Verdad (verdad como divinidad, como fuente original), porque este “camino” es un cúmulo de apariencias, y la Verdad no se conoce, es un espacio ininteligible (conocer es un proceso del individuo, quien a cada paso no hace más que percibir y a partir de ello construir imágenes, sea desde lo onírico y/o la vigilia, pero imaginaciones finalmente), de la Verdad se logra ser parte, y para llegar a este estado, habría que perder toda noción de sujeto, individuo, cuerpo, ente, etc.; dejar de ser algo, para unirse al Uno totalitario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario