miércoles, 20 de agosto de 2014



Hablando con Nietzche 
Sobre “La fantasía y la entrada al principio de individuación”
Juan Fernando Pérez H.

“la divinidad de la luz, domina también la bella apariencia [Schein] del mundo interno de la fantasía”

Se entrega al Dios (Dios como capacidad creadora) la facultad de obrar en el mundo de las imaginaciones (imágenes obtenidas del sueño) para que las traduzca y transfiera a la realidad, a el plano del estado de vigilia esos códigos.

“La verdad superior, la perfección de estos estados en contraposición con la parcialmente comprensible realidad diurna, así como la profunda conciencia de que en el dormir y el soñar la naturaleza cura y ayuda, todo ello es, a la vez, el analogon simbólico de la capacidad vaticinadora y de las artes en general, gracias a las cuales la vida se hace posible y digna de ser vivida.”

Gracias a las imágenes propias creadas en el mundo de los sueños (imaginación), la vida denominada como real se carga de nuevos significados, encuentra soluciones a situaciones que de un modo “real” no podrían ser solucionados, la forma única y propia de caminar a través de la existencia se construye al permitirse ingresar por la puerta de lo onírico, las razones y medidas con la que la sociedad dictamina que se deben enfrentar los escenarios no estarán en la justa medida del contexto particular de un individuo  por lo que la creación de un método propio se presenta como la mejor vía.

“Incluso habría que decir de Apolo que él han alcanzado su mas sublime expresión la confianza imperturbable en el principium y el tranquilo estar ahí de todo el que se encuentre cogido en él, e incluso se podría designar a Apolo como la magnifica imagen divina del pricipium individuationis, con cuyos gestos y miradas nos hablarían todo el placer y toda la sabiduría de la “apariencia”, en compañía de su belleza”

El hacer participe las apariencias del mundo onírico (imágenes) en el ámbito de la presencia o realidad, permite que las experiencias de la segunda, sean de la índole que sean, se vean impregnadas por la esencia de las primeras (imaginación), como quien ve a través de lentes, lo que va a ver se transforma, cambia su apariencia y por ende la interacción que el sujeto establece con las futuras apariencias de estas “realidades” se individualiza, adquieren un tinte propio. 



Sobre el Proceso de Individuación
Juan Fernando Pérez H.

En el mundo onírico, el objeto y el sujeto se configuran como uno sólo ente, sólo en la medida en que es el sujeto quien en primer lugar en su plano de realidad, percibe al objeto a través de una experiencia sensible, y establece para si una apariencia del objeto (ya que lo que percibe no es la totalidad del mismo, es una parte, la idea que el sujeto se hace de este), y al momento de soñar, este sujeto se vale de esa noción para cargarla de nuevos significados (que pueden responder a sentimientos, sensaciones, ideas) creando así un Cuerpo que es a la vez sujeto-objeto pero en un orden particular y subjetivo.

Partiendo desde la primera vez que el sujeto percibe el objeto y crea para si una imagen antecedente primigenia (de ahí en adelante las apariencias tendrán valor dual de novedad y antecedente, la idea inicial se ve afectada por la carga recibida en el sueño y/o por su interpretación el estado de vigilia), en un flujo circular y constante donde las imágenes-apariencias de la realidad y el ensueño se afectan mutuamente, es como el sujeto configura su individuación, como un conjunto de apariencias de un

o y otro “mundo” que se retroalimentan o como un Ouroboros que se nutre de si mismo; ambas con una cualidad común: su relación unilateral y de propiedad exclusiva con el sujeto.

Kara Broens-"es un Uroboros inspirado en le Áuryn, símbolo que representa la relación entre el mundo real y de fantasía."




martes, 12 de agosto de 2014